Hasta ahora hemos visto el proceso de recuperación de Alemania, pero como dicen algunos psicoanalistas “recuperación no es cura”. Los éxitos del pasado no justifican los éxitos del futuro. Se requiere asumir las nuevas demandas y desafíos que plantea el mundo.
Alemania es el tercer exportador e importador mundial. Su IDH (índice de desarrollo humano) lo ubica entre los primeros del mundo, así como su conocido Estado de Bienestar. El 90 % de las empresas son pymes y en su gran mayoría exportadores. El 90% de las ciudades tienen menos de 200.000 habitantes, por lo cual con excepción de sus tres grandes ciudades (Berlín, Hamburgo y Múnich) el país resulta geográficamente desconcentrado y absolutamente federal.
Los 16 estados federales (Länder) que integran el país tiene diferentes características (étnicas, lenguaje, culturales) y de aquí que la propia constitución les ha otorgado mas facultades que al propio gobierno federal.
Sin embargo, en un mundo en “equilibrio inestable” son varios los desafíos por delante.
El primero es nacional.
Este año (2021) se deberá elegir sucesor nada menos que de Angela Merkel. 16 años en el gobierno la colocan en el podio, junto con su “padrino” Helmut Kohl, de los dirigentes alemanes que mas largo tiempo gobernaron. Nadie en su sano juicio podría hablar de “autoritarismo” o de “apropiación del cargo”. Nada de ello. El sistema político alemán posee consolidadas reglas de “checks and balances” que limita el poder del gobernante y lo obliga a articular consensos permanentes, ya sea a nivel partidario interno, parlamentario, gabinete o con los estados federados.
El “consenso” es la regla.
Algunos temen por quien sucederá a semejante dirigente que puede quedar en la historia como una estadista. Otros ven que no importa tanto quien, pues el sistema hace que nadie pueda hacer locuras. Ya tuvieron suficiente en la década del 30.
El segundo desafío es regional.
Luego del Brexit y en plena pandemia, como es posible consolidar Europa desde el punto de vista económico, político y social. Estos dos elementos aludidos (Brexit y Corona) han hecho flexibilizar las antiguas rigidices financieras de Europa, pero también la he llevado a endeudarse.
Alemania ha tenido en las últimas décadas un prurito importante: no ha querido mostrarse poderosa y menos aún hegemónica en Europa. Esto en si mismo es un buen ejemplo de que han aprendido de los errores, pero por otro lado hay momentos y situaciones que requieren asumir un liderazgo. Luego de la retirada de tropas de Trump de Europa, la baja de los recursos destinados a defensa y la clara intención de alejarse de su aliado estratégico durante décadas, Europa se sintió huérfana.
Ello implicó que reconstruyera una defensa estratégica propia con protagonismo alemán y volviera a intentar jugar entre los tres grandes (USA, China y Europa) con criterio propio. De ahí la necesidad de regenerar un liderazgo proactivo, integrador y protector de sus habitantes.
El tercer desafío es global.
¿Cómo asume Alemania la digitalización, la carrera espacial, los ajustes de competitividad global, la defensa territorial de Europa y la crisis de su estado de bienestar, entre otros temas?
Las respuestas no son sencillas pues el proceso está aún en marcha, pero lo cierto es que estos y otros temas la ubican en zona de riesgo y de inestabilidad. Por ello las ultimas campañas políticas en los principales estados y en la cancillería alemana han enfatizado la “estabilidad” como principal valor. El “seguir igual y no cambiar”. Lo que se puede ver como un conservadurismo no es ni más ni menos que el miedo a perder lo logrado durante décadas. Y hoy como nunca ese riesgo esta mas que presente.
Las nuevas generaciones se han acostumbrado al confort y bienestar de las sociedades desarrolladas, han olvidado o no tienen entre sus prioridades las guerras pasadas, son ciudadanos más globales, lo cual por un lado les puede dar mas flexibilidad para adaptarse a los cambios. El tiempo dirá, como siempre, y pondrá todo en su lugar.
Ojalá el país que aprendió pueda demostrar que se puede sostener lo aprendido y mejorarlo.